Por sus recursos naturales y sus condiciones climáticas y geográficas, Colombia cuenta con diferentes opciones para generar energía. Actualmente, la mayoría de nuevos proyectos de generación registrados son de solar fotovoltaica, pero hace un par de años, los proyectos más populares eran los de plantas hidráulicas.
El país tiene la capacidad de satisfacer la demanda energética con plantas de generación que utilicen crudo, gas, carbón, sol, agua, viento y biomasa. Incluso, se podrían desarrollar proyectos de energía geotérmica y de los océanos, aunque de estas hay pocos estudios en el país y la tecnología necesaria es costosa.
Ante todas estas posibilidades, no es de extrañar que el volumen de nuevos proyectos para generar energía en el país sea alto. De acuerdo con el más reciente informe de registro de proyectos de generación de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), desde 2007 hasta abril de este año, se han inscrito 2.073 proyectos de generación, de los que hay 548 vigentes. Es importante aclarar que no todos estos se realizan.
De los más de 2.000 proyectos registrados la última década, la mayoría han sido para plantas hidráulicas (956), lo que tampoco sorprende si se tiene en la cuenta que en el país hay actualmente 28 hidroeléctricas con capacidad de generar 13.354,48 megavatios y 113 pequeñas centrales hidroeléctricas.
Además, hoy en día, 70% de la capacidad efectiva neta del Sistema Interconectado Nacional (SIN) es generada con fuentes hidráulicas.
Sin embargo, desde 2016 la tendencia ha cambiado, ya que desde esa fecha se han registrado más proyectos de generación que hacen uso de la radiación solar que proyectos que utilizan agua. De hecho, de los 548 proyectos que están vigentes, 374 son solares, mientras que 128 son hidráulicos.
Según Manuel Schulte, estructurador de proyectos de Colibri Energy, los proyectos de energía solar se han hecho más viables, porque los precios de los equipos que se utilizan para su desarrollo, como paneles, han disminuido.
“Cada vez es más barato importar los equipos. Esto ha causado que haya mayor interés por parte de los inversionistas para desarrollar estos proyectos, pues ya no se necesita tanto capital para iniciarlos”, explicó Schulte, a lo que añadió que el país ha adquirido competencia y experiencia en el tema.
Sin embargo, para Carlos Urueta, director ejecutivo de Faro Energy, este aumento de proyectos de energía solar podría ser una ola especulativa.
“A pesar de que el país tiene mucho recurso solar y tierras en las que podrían desarrollarse estos proyectos, creo que son proyectos especulativos porque aún hay vacíos en la regulación y la viabilidad comercial es poca. Además, la infraestructura con la que se conectaría la energía a la red no es robusta”, señaló.
Vale la pena mencionar que de los proyectos vigentes para energía solar, la mayoría (275) generarían entre 0 y 1 megavatios . Sin embargo, entre los proyectos solares vigentes, hay 22 que generarían 20 megavatios o más.
CARLOS URUETA DIRECTOR EJECUTIVO DE FARO ENERGY
“Todavía hay vacíos en la regulación que impiden que proyectos no convencionales sean viables cuando llegan a la fase tres”.
En cambio, la mayoría de los proyectos hidráulicos (60) tienen una potencia entre 1 y 10 megavatios.
Clara Inés Pardo, profesora de la Universidad del Rosario y experta en energía, considera que la disminución en proyectos de generación con agua es un fenómeno mundial, pues las grandes hidroeléctricas tienen un impacto en el medio ambiente
MANUEL SCHULTE ESTRUCTURADOR DE PROYECTOS DE COLIBRI ENERGY
“Con la crisis de Hidroituango, los proyectos de energía solar se podrán incrementar porque hay que cubrir la demanda y estos se realizan rápido”.
“En todo el mundo se están promoviendo las hidroeléctricas a pequeña escala, que no requieran invadir grandes extensiones de tierra y que no afecten el curso de los ríos”, señaló.
No todos los proyectos registrados vigentes son con fuentes hidráulica o solar, sino que también hay de biomasa (18), cuya mayoría generaría entre 1 y 10 megavatios; eólica (15), cuya mayoría generaría más de 100 MW, y térmica (13), cuya mayoría también tendría una potencia mayor a los 100 MW.
“Los proyectos eólicos también están tomando fuerza, aunque en estos momentos, en el país, no tiene sentido hacerlos a pequeña escala por los costos de conexión e instalación”, mencionó Schulte.
Los proyectos vigentes se clasifican en tres fases: fase uno o prefactibilidad, que consiste en una breve investigación sobre los factores que afectan el proyecto, los aspectos legales y las técnicas para producir el proyecto; fase dos o factibilidad, que es el análisis financiero, económico y social del proyecto, y fase tres, que es en la que se definen los diseños finales y el cronograma.
De acuerdo con el registro de la Upme, 407 de los proyectos vigentes están en fase uno. De estos 290 son de solar, 87 de hidráulico, 16 de biomasa, 10 de eólico y cuatro de térmica.
En fase dos hay 112 proyectos, de los cuales 60 son con radiación solar, 36 hidráulicos, nueve térmicas, cinco eólicos y dos biomasa. En tercera fase, solo hay 24 solares y cinco hidráulica.
En las próximas semanas, el Ministerio de Minas definiría un mecanismo de compra de energía a largo plazo que podría incrementar los proyectos renovables, pues viabilizaría la entrada de estos al SIN.
De acuerdo con los datos de XM y la Upme, en estos momentos solo se están construyendo dos grandes proyectos de generación eléctrica en el país. Uno es la central termoeléctrica Termo Norte, que está programada para entrar en operación en diciembre. El otro proyecto es Hidroituango, que desde finales de abril está en emergencia y se retrasó en su entrada al mercado, que estaba programada para diciembre de este año también. Empresas Públicas de Medellín (EPM) ha dicho que estima que el proyecto podrá iniciar en operación en tres años.
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